Fidelio Herrera

Fidelio Herrera Quezada busca de manera incesante abrir horizontes donde la mirada es un puente que transforma la realidad en un universo paralelo, acaso más real, que convive sin confundirse, al tiempo que ambos son uno y en donde la síntesis llevada a su máxima expresión es un pretexto para la exploración de los materiales, de las texturas, de las formas que cobran vida mas allá de la imaginación.

El maestro Herrera estudió ingeniería industrial. Por más de quince años, su vida laboral transcurrió en el desarrollo y aplicación de sistemas computacionales . Este complejo mundo de clasificación, ordenamiento y aplicación de información, requiere no solo de una mente práctica sino también de una gran capacidad creativa.

La creatividad que estimuló en los sistemas, se fue transportando a la plástica, específicamente a la escultura. Los sistemas cedieron su lugar a la tierra, al modelado del barro y la arcilla, a la creación de objetos cotidianos que con el tiempo generaron la construcción de figuras más complejas. Los lenguajes escultóricos lo llevaron a descubrir nuevos materiales como la madera y la piedra, para tallar, pulir y entintar, generando una interesante conexión entre sus piezas modeladas y las que emergen de la talla.

Ha sido guiado por distinguidos maestros en escultura, grabado y dibujo de la academia de San Carlos y del Instituto Nacional de Bellas Artes. Y se ha dejado conducir por las sutiles enseñanzas de otra de sus pasiones , la música , que de alguna manera se escucha en sus piezas.

En la obra escultórica de Fidelio Herrera destacan personajes que nos recuerdan los Trashumantes Corzianos, que emergen de arquitecturas orgánicas. Dialogo entre la técnica y los sueños a veces conscientes y otras que surgen en la praxis. Síntesis dibujística que se expresa en estructuras de alambres, que en ocasiones se cubren de barro y otros materiales, alegorías de lo efímero y lo constante.

En la obra de Fidelio Herrera podemos ver volúmenes que permiten la entrada y salida del espacio real y generan masas con una ligereza visual que invitan a adentrarse en estos mundos y perderse en sus ritmos.